3 de mayo de 2013

Belmonte y los Miuras

Toreaba Juan Belmonte un toro de esta mítica ganadería en Bilbao. 

Y lo contaba así:

"A un toro berrendo, grande, bien armado, le hice una faena de muleta fuerte. Al final el toro quedó derrotado, al parecer, juntas las manos y con el hocico a ras del suelo. Le di por vencido y le hice el adorno que por entonces se utilizaba: me arrodillé en la misma cara, muy cerca de los cuernos.
Así permanecí un espacio de tiempo que no sabría medir ahora, olvidando con el calor de la faena y las aclamaciones del público que aquel toro era de Miura.
Al cruzar como una ráfaga en mi mente esta idea, miré a los ojos del toro y vi en aquellos ojos una luz que nunca olvidaré, el toro había reaccionado y sentí claramente que en cuanto me moviera me cogía.
En un esfuerzo supremo, tiré de mí mismo con todo el vigor que me permitían mis fuerzas. Y, efectivamente, apenas había iniciado la retirada, el toro arremetió contra mí y me enganchó la taleguilla. Parte de la tela se quedó prendida sobre el pitón, mientras yo rodaba por el suelo. Ya dio tiempo a que Maera metiera el capote y se llevara al toro".

(Miuras, cien años de historia, de Guillermo Vila)

No hay comentarios:

Publicar un comentario