Últimamente han surgido comentarios sobre la conmemoración del cincuentenario de Juan Belmonte en Madrid y hay van alguno
viernes, 25 de mayo de 2012
BENJAMÍN BENTURA REMACHA
Me extraña que “ Madrid 2012” sea en ese “Espacio de Arte y Cultura”
patrocinado por “Arte Taurino Tour”, “Taurodelta”, el Ayuntamiento y la
Comunidad de Madrid el “Año Hemingway” porque el cincuentenario de su
muerte fue el año pasado. Este año es el cincuentenario de la muerte de
Juan Belmonte, quién, entre otras cosas muy importantes, fue el primer
matador de toros que cortó las dos orejas y el rabo a un toro en esta
plaza. Fue el 21 de octubre de 1934, en la inauguración oficial, con
toros de Carmen de Federico que lidiaron Juan Belmonte, Marcial Lalanda y
“Cagancho” y don Juan le cortó los máximos trofeos al toro “Desertor”.
El día 28 de octubre de ese año, el mismo Marcial le otorgó la
alternativa a Pepe Gallardo y también obtuvo idénticos trofeos. Antes,
el 17 de junio de 1931, se dio una corrida anunciada con la bandera
republicana en la que actuaron Fortuna, Marcial, Nicanor, Fausto
Barajas, Luis Fuentes Bejarano, Vicente Barrera, Fermín Espinosa
“Armillita” y Manolo Bienvenida. Cómo estarían los accesos a la plaza
que Bejarano y Bienvenida tuvieron que acceder hasta el coso andando
desde Manuel Becerra y menos mal que en la lidia de los ocho toros no
hubo ningún herido porque, desde el ruedo, no había comunicación con la
enfermería. Aquello era un descampado desde el que se contemplaba la
sierra de Navacerrada. En 1933 hubo dos corridas más, la del “paro
obrero” en la que Antonio García “Maravilla” cortó cuatro orejas, y la
de la Prensa que organizó don César Jalón “Clarito”, magnífico escritor
taurino y conocedor del flamenco, riojano y ministro de Comunicaciones
en la República. Pero la inauguración oficial fue la del triunfo de Juan
Belmonte, quién volvió a Las Ventas ese 12 de octubre de 1939 en la
confirmación de su hijo y de “Manolete”, como rejoneador. ¿Merecía
“Terremoto Juan” el que este año en Las Ventas fuera su año? Más: ¿creen
los que me leyeran que don Juan el de Triana, aunque naciera en la
calle de la Feria, no merece un mosaico en las paredes de la plaza de
Las Ventas? Un detalle que me contó Juan Carlos Beca Belmonte: En la
Historia de la Monumental madrileña solo hay un apellido que pueda
presumir de figurar tres generaciones en los anales de las salidas a
hombros por la Puerta Grande, don Juan Belmonte García, Juanito Belmonte
Campoy y Juan Carlos Beca Belmonte. Padre, hijo y nieto (por su madre,
Blanca).
jueves, 31 de mayo de 2012
BENJAMÍN BENTURA REMACHA
Pero hoy mi objetivo era Paco Camino como fenómeno extraordinario de la
Tauromaquia porque tengo la impresión de que los “llamados poderes
fácticos” desvían su atención hacia otros objetivos y se olvidan hasta
de que este año se cumplía el fatídico cincuentenario de la muerte de
Juan Belmonte. Existe una Comisión de homenaje a don Juan que ha
organizado unos cuantos actos a su mayor gloria y, entre esos actos,
figura la inauguración en la plaza de toros de Las Ventas de una placa
de azulejos dedicada al centenario de la alternativa de “Joselito” y el
cincuentenario de la muerte de “Juan Terremoto”, todo ello organizado
por la Peña de “Los de José y Juan”. Discrepo. Está bien lo del
hermanamiento de los antiguos “enemigos irreconciliables” a partir de la
muerte de José, pero en las paredes de la Monumental madrileña creo que
deben de figurar testimonios de sucesos ocurridos en su ruedo. José no
pudo torear en esta plaza; Juan fue el que cortó las dos orejas y el
rabo en la primera corrida de su inauguración oficial. La placa de
azulejos debe estar destinada a recordar esta efeméride y la
circunstancia de que el hijo de don Juan y el nieto de don Juan también
salieron a hombros por la puerta grande de este templo de la Tauromaquia
universal.
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